La catedral de los Amantes

Burgos ha sido y sigue siendo un importante escenario natural que propicia el rodaje de películas de cualquier tipo. Hoy, día de los enamorados, proponemos una película que habla de amor con tintes melodramáticos y trágicos. Jorge Sanz, Maribel Verdú y Victoria Abril completan el reparto de este peculiar triángulo amoroso. Se trata del largometraje Amantes dirigido por Vicente Aranda, a quien en más de una ocasión se le ha visto rodando en tierras burgalesas.

La película narra la historia de un crimen pasional ocurrido el 24 de Mayo de 1948 precisamente en Burgos, en la calle Calzadas, para ser más exactos, donde solo había trigales, eras y una fábrica de luz. Se le conoció en su día como el crimen de la Canal. Cuando se estrenó este filme la leyenda negra de España era algo que se demandaba por la audiencia y funcionaba muy bien en televisión como los telefilmes de la serie La huella del crimen. Esta obra se suma a la larga lista de títulos con que los directores españoles les gusta recrear los años de la Dictadura.

Tres son multitud

Este es la conclusión a la que se puede llegar tras ver esta interesante película del cine negro español. Los jovencísimos actores (Sanz 22 años y Verdú 21) empiezan a destacar en su cuidada interpretación. El protagonista se ve en la tesitura de elegir entre Trini (Maribel Verdú) que personifica un amor benevolente, más puro y entregado y Luisa (Victoria Abril) que encarna a una femme fatale que planea con Paco (Jorge Sanz) el asesinato de su pareja legítima. Tanto en el caso real como en la cinta observamos un interés económico que recuerda a películas con un argumento similar como Perdición (1944) de Billy Wilder o El cartero siempre llama dos veces (1946) de Tay Garnett. Sin embargo, lo importante no es el argumento sino la forma en que se recrea la misma historia que depende en gran medida del estilo del director y su forma de ver la realidad.

La película fue ampliamente galardonada entre cuyos premios destacan los dos Goyas que se llevó al mejor director y mejor película. La última escena es digna de ser vista en cuanto al decorado natural elegido para enmarcar una escena tan macabra y gótica a la vez, en sintonía con las agujas de la Catedral de Burgos.

Premio Goya a la Mejor Película 1992

Premio Goya al Mejor Director 1992