Burgos, la ciudad de los gitanos.

No solo el cine español se ha centrado en la ciudad de Burgos a la hora de producir largometrajes. En esta ocasión nos vamos a centrar en una película de origen hollywoodiense cuyo equipo de rodaje ha recalado en esta ciudad. La película titulada El Camino es una road-movie al más puro estilo americano pero en un contexto español. Martin Sheen, al que muchos recuerdan por su papel de Mr. President en la serie El ala oeste de la Casa Blanca, es el portagonista de esta película con un gran trasfondo espiritual, en donde el arco de transformación de los personajes es muy visible.

A Tom Avery (Martin Sheen) un reputado oftalmólogo le comunican que su hijo Daniel muere en los Pirineos a causa de un temporal cuando comenzaba a hacer el Camino de Santiago. Tom viaja a Francia pero decide terminar de hacer el Camino en honor de su hijo con quien no tenía mucha relación. El hijo del personaje lo encarna Emilio Estevez, hijo en la realidad de Martin Sheen y director del largometraje. Con ello, padre e hijo realizan algo más que una película. Los padres de Martin Sheen eran emigrantes gallegos a Estados Unidos por lo que esto supone para él y toda su familia un viaje directo hacia las raíces de sus antepasados. Por lo tanto el sentimiento que ambos actores ponen el filme es más realista.

El actor Martin Sheen (en primer plano) y Emilio Estévez (su hijo) en segundo término, director de la película.

Burgos, hito del camino

Fotograma de la película

Aproximadamente son 10 minutos los que aparece Burgos en la película. El protagonista, representando a la mayoría de los americanos, consiguen situar esta ciudad por las reminiscencias que pueda tener de El Cid y la película de Charlton Heston. Además el Mesón Rincón de España aumenta su solera por ser otra localización más del filme.

Sin embargo, lo más destacable de su paso por este hito del camino es que al protagonista le roban la mochila unos gitanos ofreciendo otro tópico más. Lo interesante de esta secuencia es el modo en que se desenvuelve la persecución por las callejuelas más típicas del centro histórico hasta que llegan a la Plaza de El Sobrao (cerca de la Universidad) donde pierden el rastro al ladrón. Esta especie de plaza o corrala se convierte en un barrio de gitanos quienes acaban siendo unas personas alegres y respetuosas. Es increíble la magia del cine, puesto que, si no conoces la ciudad la unión de los diferentes planos se convierte en algo verosímil aunque en la realidad no puedas saltar de una calle a otra con tanta facilidad.

Por último, los peregrinos salen de Burgos por el Parral, cerca de la ermita de San Amaro, otro peregrino a Santiago que murió en Burgos. El equipo de rodaje no solo recaló en nuestra ciudad. Estuvo también en la provincia, en concreto, en Belorado como así lo atestiguan las huellas que dejaron el director de cine y su padre en el Paseo del Ánimo, una especie de paseo de la Fama de Hollywood pero con distintas personalidades insignes que sirve para alentar al peregrino y desearle un buen camino.

Good Way!!!